domingo, 4 de diciembre de 2011

El poder de la guillotina. (carta)

Estimado señor, le escribo esta carta debido a la trágica muerte de su antiguo amigo Robespierre, como ultima voluntad me pidió que redactara dicha carta para informarle sobre el recorrido de su vida.
Como usted ya sabrá, Robespierre fue elegido como diputado para los Estados Generales. Se erigió caudillo indiscutible de la revolución y un mes después logró imponer la famosa, pero fatal moción, de que fuesen excluidos de la asamblea todos los miembros de la constituyente.
En el mes de julio, junto con Pétion de Villeneuve, fue aclamado por el pueblo <patriota incorruptible>. Se opuso a la política belicista de los girondinos y, elegido para la convención Nacional, urgió la ejecución de Luis XVI por necesidad de estado, de la cual ya habra tenido noticas.
En julio de 1793 formó el Gran Comite de Salvación Público, en dicha política no ejerció gran influencia, aunque desempeño un papel fundamental como su propagandista y apologista durante el Reinado del Terror. También contribuyó a la condena de Hébert, Desmoulins y Danton.
En mayo e 1794 acertó a imprimir en la revolución su misticismo politico-religioso y obligó a la convección a decretar una religión oficial. El culto al Ser Supremo, finalmente, el 10 de junio logró aprovar una ley por la que se abreviaban los trámites procesales e esta medida, se abrieron las puertas a los excesos del terror. Cuando el 26 de julio propuso la purga del mismo comité de Salvación Pública, provocó la rebeldía de la convección y al día siguiente fue denunciado como tirano y detenido. Rescatado por la milicia de la comuna y llevado al Hôtel de Ville, volvió a ser detenido por la Guardia Nacional en un violento encuentro, en el que resultó herido de un pistoletazo en la mandíbula inferior. Al día siguiente  compareció ante el tribunal y, declarado sumariamente poscrito, fue condenado a muerte y guillotinado con Saint-Just Couthon y otras diecinueve personas más.







El titulo lo he eligido en base a la actuación de la convección, ya que guillotinaban a aquellos que tenian ideologias contrarias.